Declaración del Arzobispo Marcel Lefebvre, en ocasión de su Suspensión A Divinis por Pablo VI, el 29 de junio de 1976: «Que la iglesia conciliar es una iglesia cismática, porque rompe con lo que la Iglesia Católica siempre fuera. Tiene sus nuevos dogmas, su nuevo sacerdocio, sus nuevas instituciones, su nuevo culto, todo condenado ya por la Iglesia en muchos documentos oficiales y definitivos.